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Discursos de odio: “No se bancan el empoderamiento”

por Revista Cítrica
Fotos: Juan Pablo Barrientos
15 de septiembre de 2022

Luego del atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández, la artista trans Susy Shock ofrece una perspectiva desde el colectivo LGBTIQ+: la deliberada intención de enfrentar a distintos sectores de la sociedad, la necesidad de una Ley de Medios y por qué es necesaria la presencia travesti trans para las infancias. "Tenemos que tener frente a estos discursos una poderosa presencia, quizás distinta, más audaz", asegura.

Por Susy Shock*

Los discursos de odio estallan en los medios de comunicación. No es algo que solo vengo sosteniendo yo, sino también un grupo de travestis-trans que nos juntamos a pensar la época y el país. Existe un proyecto concreto que está yendo en este momento contra la diversidad, contra el colectivo LGBTIQ+ y específicamente travesti trans. Es el mismo proyecto que hace años fue contra los derechos humanos. 

Es un discurso que busca enemistarnos con un sector de la sociedad que indudablemente no tiene resueltas sus necesidades básicas. Entonces cuando los medios de comunicación dicen que ahora somos privilegiadas, que tenemos viajes, que nos dan casas y un montón de cosas, frente a esas necesidades la gente común nos empieza a mirar también desde ese lado. Ya somos parte de una sociedad que nos tiene estigmatizadas y ubicadas en un determinado lugar. Ahora le sumamos esto. Se hace mucho más difícil remar desde ahí.

Es un discurso que busca enemistarnos con un sector de la sociedad que no tiene resueltas sus necesidades básicas. Ya somos estigmatizadas, ahora le sumamos esto

Creo que es una campaña orquestada que viene pensada para atacar a un colectivo poderoso, crítico, contundente, que ha dado vuelta a este país. Vienen ahora por nosotras y por nuestros derechos. Me parece que para contrarrestar eso, si es que se puede finalmente porque es una maquinaria muy poderosa, creo que hay que entrar a debatir nuevamente la Ley de Medios, creo que hay que debatir a este país y pensarlo también desde otros lados posibles más democráticos. Y en esa participación que tenemos desde hace generaciones, donde nuestra presencia es la que termina tirando abajo ese discurso, porque no somos ni mejores ni peores personas que el resto, pero solamente teniéndonos, interactuando y vinculandose hace que la gente se dé cuenta. “Ah, mirá, aparte canta, es mamá, paga impuestos”. Solamente mezclándonos con la gente común puede conocerse nuestra realidad

Hay que insistir en nuestros discursos, en la voz propia y en contarnos nosotres porque la burocratización de la política ha hecho que nos quedemos cortes en la audacia de soñar un país que nos incluya desde otros lados. Desde un grupo no mayoritario, venimos sosteniendo que no queremos incluirnos bajo la fórmula del fracaso de esta sociedad, porque vemos al mundo fracasado. Queremos discutir eso y no llegamos a esa distancia de ponernos a dialogar con este país todavía, porque todo el tiempo estamos en emergencia.

Hay que insistir en nuestros discursos. La burocratización de la política ha hecho que nos quedemos cortes en la audacia de soñar un país que nos incluya desde otros lados

Estos fachismos instalados tienen las herramientas sutiles para ir atacando. Esto que nos sucede desde chiquites de crecer como puto o maricona como un rechazo y estigma y que nosotras hemos empoderado esas palabras para tomarlas y darle sentido de pertenencia, posicionamiento político, etcétera. Ahora las tenemos que releer porque también significan un privilegio. Si supieran desde donde partimos, en la que andamos, si supieran la realidad de las personas travestis trans de este país entenderían en todo caso que es un discurso que hoy viene por nosotres y que mañana irá por cualquier otra persona que se pare en una mirada propia. Creo que es eso lo que no se bancan: el empoderamiento. 

Yo siempre sostengo que pese a los avances, estamos mal. En todo caso nosotras estamos bien porque estamos paradas en otra mirada, porque estamos sostenidas en una historia que nos pre existe pero que nos sostiene poderosamente y están las infancias. Las infancias hoy tienen un espejo para mirarse y salir de ese discurso de odio naturalizado que nosotros tuvimos que patear, separar, descartar para constituirnos. 

Siempre sostengo que pese a los avances, estamos mal

Hoy las infancias se miran en espejos travestis-trans, por eso es poderoso y es necesario y urgente nuestra presencia porque les espejamos otras realidades, porque el estigma nos sigue ubicando en lo único que nos da este mundo: la calle, la marginalidad, esa no presencia. Creo que tenemos que tener frente a estos discursos de odio una poderosa presencia, quizás distinta, más audaz. 

A nuestro colectivo le está faltando la audacia –porque sigue en estado de sobrevivencia– de superar inclusive los discursos heterosexuales amorosos, esa heterosexualidad que nos dio un rinconcito para que habitemos, hay que superarles porque es lo único que pueden contar de sí mismo. La heterosexualidad es la que ha fracasado como sistema y como régimen, tenemos que pegar el salto y aventurarnos para no parecernos a ellos. Eso es lo primero que tenemos que sentir para adentro, para discutir lo de afuera.

*Artista trans sudaca.