La lista de víctimas fatales a causa del material cancerígeno presente en las formaciones que compró el macrismo entre 2011 y 2013 se amplía. En los estudios de la ART detectaron que 52 personas padecen neumoconiosis por la exposición al asbesto. Todo esto en medio de la pandemia, que ya se cobró 15 vidas entre el personal.
“Acá estamos, atajando penales en los últimos días”, dice Francisco Ledesma con la voz dolida. Desde su rol de secretario de Salud Laboral y Condiciones en el Medio Ambiente en el Trabajo de Metrodelegados, informa la reciente pérdida de dos compañeros: uno por Covid-19 (la lista acumula 15 fallecimientos) y otro por exposición al asbesto (el tercero que muere por esta causa).
Ledesma tiene los números en la cabeza: al día de hoy, son 766 lxs trabajadorxs del subte y el premetro afectadxs por el Covid-19. “En porcentaje es muy alto en comparación con Ciudad y Nación, porque tenemos cerca del 19 por ciento de contagios (sobre una población trabajadora de unas 4000 personas), cuando en todo el país ronda el 10 por ciento”, explica.
Pero hay un enemigo no tan conocido e igualmente letal para quienes trabajan mayormente bajo tierra: el asbesto, un material cancerígeno presente en los trenes que Mauricio Macri compró al Metro de Madrid siendo jefe de Gobierno, entre 2011 y 2013. Y no solamente, porque el asbesto o amianto se encuentra también en instalaciones fijas, talleres, túneles y otros rincones de la red de estaciones.
Hasta hoy son 52 personas las que presentan neumoconiosis. Además de las tres muertes, hay un trabajador al que le extirparon parte de un pulmón y otro con seguimiento clínico.
Ledesma sobre el compañero muerto después de 40 años de servicio: “Se determinó que tenía asbesto en los pulmones: neumoconiosis, como los otros dos fallecidos. Lo habían operado, le colocaron un stent y seguía un tratamiento en su domicilio. La enfermedad avanza rápida. En el sector donde trabajaba, Subestaciones, el 87 por ciento de las instalaciones están contaminadas con asbesto”.
“La empresa siempre negó que haya asbesto”, explica el metrodelegado. Recién a fines de 2018, cuando ya era público que las formaciones compradas por la gestión Macri tenían asbesto, Metrovías reconoció el problema. El activismo gremial logró que comenzaran estudios médicos a la población trabajadora expuesta: hasta hoy son 52 personas las que presentan neumoconiosis. Además de las tres muertes, hay un trabajador al que le extirparon parte de un pulmón y otro con seguimiento clínico.
¿Qué mirada tienen desde el sindicato sobre el tema? “Los muertos y los enfermos los ponemos nosotros, mientras Larreta y Metrovías miran el problema desde una pileta en Puerto Madero. Reclamamos que se haga el saneamiento de la flota. Buenos Aires es el único lugar del mundo donde el subte es privado, porque en otros países son los Estados quienes se encargan del mantenimiento. Cambiar los trenes tarda, pero hay componentes como transformadores y fusibles con asbesto que son fáciles de reemplazar”.
"En el sector donde trabajaba, Subestaciones, el 87 por ciento de las instalaciones están contaminadas con asbesto", dice el metrodelegado Francisco Ledesma.
Por el momento se han auditado (sometido a estudios médicos con intervención de la ART) unas 1300 personas, y el Registro de Agentes de Riesgo (RAR) incluye a cerca de 1900 trabajadorxs, ya que se supone que es la población expuesta. Ledesma: “Creemos que todo el personal del subte está expuesto al asbesto”.
Sobre la postura patronal: “Cuando logramos reuniones, lo único que hacen es hablar de números y economía, pero a nosotros nos interesan los seres humanos”. Mientras tanto, dice, “por la inacción de Metrovías y Sbase (el organismo estatal que administra el servicio) estamos perdiendo compañeros”.
En vísperas de una nueva asamblea general de delegados, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) espera también la respuesta del ministro de Salud porteño, Fernán Quirós: “Le mandamos una carta pidiendo una audiencia, ya que como esenciales queremos que nos contemplen en la vacunación. Somos esenciales para trabajar desde el primer día de la pandemia, pero no para que cuiden nuestra salud y la de nuestras familias”.
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Razones de fuerza mayor
¿Cómo enfrentan la pandemia y el aislamiento las personas que vivían de la venta ambulante o de la venta diaria en los puestos de Once? ¿Cómo se hace para comer cuando no te dejan trabajar y no recibís ninguna ayuda?
La desigualdad de las escuelas en pandemia
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