El líder de Las Pelotas realiza un balance de los veinticinco años de la banda. Lo que decía Luca sobre cómo se construyen las bandas y un entusiasmo que no se pierde, a pesar del tiempo.
--¿Qué balance pueden hacer de estos 25 años?
--No somos de hacer mucho balance, aunque creemos que en estos 25 años hay historias, diferentes cosas por las que fuimos pasando. Nos manejamos como nos hemos manejado siempre, sobre todo por la independencia artística, eso de hacer lo que sentimos y decir las cosas que queremos decir. En ese sentido es un balance tremendamente positivo, más allá de lo que cuesta llevar adelante día a día toda la maquinaria. Realmente estamos muy agradecidos y cada vez que tenemos que tocar es el mejor momento de nuestras vidas. Desde siempre tocamos por todo el país para compartir con la gente lo que sentimos. Luca siempre me decía que las verdaderas bandas se hacían tocando. Y el verdadero público reconoce al que sigue tocando, no al que saca un tema lindo y desaparece. Gracias a Dios tenemos mucha historia y tenemos un público que nos quiere de verdad y al cual queremos de verdad.
--Se refleja en la fuerza que le ponen.
--Nos gusta lo que hacemos. Si el músico no lo disfruta, la gente recibe eso. Nunca hacemos las cosas iguales y siempre está el corazón metido en lo que hacemos. Disfrutamos mucho el arte, poder componer? Es una vida completa dedicada a esto.
--Al mismo tiempo, hay temas como Capitán América, de los viejos, que son casi como himnos que se adaptan a la realidad. ¿Lo ves así?
--Es una cosa extremadamente gratificante por un lado darse cuenta de que hay temas que son completamente actuales. Hay un tema, Corderos en la noche, del primer disco, que hablaba justamente de un país de gente cordero, de esos que agachan la cabeza? Esa actitud de corderos. Es un tema que hicimos hace tiempo y, sin embargo, está más actual que nunca porque uno se pregunta: ¿qué pasa con la gente que no reacciona? Y es un poco eso. Ahora, por otro lado está buenísimo que haya temas que sean himnos.
Publican fotos inéditas de Sumo y Luca Prodan hechas a principios de los 80
El material pertenece a la reportera gráfica de Parque Chas, Claudina Pugliese. Fotógrafa desde la adolescencia vivió con su cámara en mano, en los sótanos de la ciudad de Buenos Aires, el renacimiento del rock nacional.
Luca, un equilibrista en los abismos
Prodan, líder y bandera de la revolución musical que generó Sumo en el rock nacional, se fue hace 30 años. Nacido en Roma, hijo de un turco italiano y una china, se vino a Argentina y desde su llegada ya nada volvió a sonar igual por estas tierras. Por donde la aplanadora pasó, no creció más el pasto.
Sokol: amar como el ñandú
El Bocha partió hace diez años. Pero todavía queda --siempre quedará-- el recuerdo de sus noches en Cemento, cuando llegaba con su camperita, les pedía un trago de cerveza a los pibes y, unas horas después, se convertía en un antiheroe capaz de aunar en tribu a esas ovejas perdidas que no soportaban la música de plástico que pasaban las radios de moda. Sokol cantaba dudas y dolores. Y cantándolas les ponía un haz de luz mortecina a las sombras más profundas.