Compartir

No al cierre del jardín del hospital Ramos Mejía

por Revista Cítrica
29 de enero de 2021

Un histórico centro educativo de Balvanera fue cerrado arbitrariamente, lo que representa la pérdida de 350 vacantes y la interrupción de una historia de más de 30 años.

En la Ciudad de Buenos Aires, donde faltan más de 20.000 vacantes para los niveles Inicial y Primario, se van a perder de golpe 350 vacantes en un jardín. El Gobierno porteño ha decidido cerrar la Escuela Infantil N° 6 del Distrito Escolar 6 que funciona en el hospital Ramos Mejía, en Venezuela 3158 del barrio de Balvanera.

"El conflicto se originó en 2018, cuando el Gobierno de la Ciudad dejó sin vacantes –por medio del sistema online– a niñxs lactantes de 45 días", rememora la abogada Cecilia Fernández, que representa a las familias afectadas.

En distintas audiencias y mesas de diálogo que se hicieron en el Ministerio de Educación y los tribunales se acordó, para pacificar la situación, que no iban a tocar el jardín al que mandan a su hijxs lxs trabajadorxs del hospital y la vecindad cercana al centro de salud. La abogada dice que "en enero del 2019 ya habían intentado sacar las cosas del jardín, pero la comunidad lo impidió". 

El 3 de marzo de 2020 hubo una medida cautelar dictada por el juez Marcelo López Alfonsín para que se abriera el lactario de la institución educativa. Fernández: "Esa medida, que ordenaba la refacción del lugar, no se cumplió, ni tampoco los acuerdos que de buena fe se plantearon a lo largo del proceso para que no se lleven las cosas". 

La estrategia del Ejecutivo, liderado por Horacio Rodríguez Larreta, ha sido avanzar sin miramientos contra el jardín: "Una vez que sacan todo lo que estaba ahí, dicen ‘No podemos empezar acá porque no tenemos los elementos necesarios’. Van por la vía del hecho consumado. Hacen y después uno se tiene que encargar de batallar durante años para reestablecer una situación que nunca debiera haber sucedido". La abogada resalta: "Tenemos una medida cautelar a nuestro favor para que arreglen el edificio pero que el Gobierno no cumple".

A unas cuadras del jardín se estaba construyendo una escuela nueva. Se le informó a la comunidad educativa que iban a trasladar el jardín a este edificio. Desde el Gobierno porteño aseguraban que el jardín del Ramos Mejía no tenía la "seguridad edilicia" suficiente como para seguir funcionando, que no podían continuar las clases allí.

Fernández: "Se hicieron peritajes con los bomberos y se determinó que con arreglos –que no iban a tomar más de 15 días– el edificio no tenía riesgo de derrumbe y se iba a poder cumplir con las normas. Después nos agarró la pandemia y se complicó obligar a la ejecución de esa medida cautelar. Ni bien se habilitó la construcción –en septiembre del año pasado–, solicitamos que se habilite la feria para que se ordene al Gobierno de la Ciudad que cumpla. Contestaron que ya no tenía ningún sentido hacer un arreglo ahí porque el jardín ya estaba funcionando en otro lado".

El jardín empezó a funcionar en los años 80 por la lucha de las trabajadoras y los trabajadores del hospital. "Hasta que esta gestión mostró la intención de no arreglarlo y cerrarlo", dice la abogada.

Así fue que accionaro por la vía judicial: "Con las familias, sobre la base del derecho a la educación, a la lactancia, el derecho de las madres trabajadoras de ir a darles la teta a sus hijxs y volver al puesto de trabajo, iniciamos la acción de amparo que está vigente y hoy no se cumple”.

Esta semana sucedió algo curioso. El martes alrededor del mediodía, personal del hospital advirtió que un grupo de personas, entre las cuales se encontraba un funcionario del Ministerio de Educación que no se identificó, comenzó a sacar elementos del interior del edificio en donde funciona el jardín desde hace más de 30 años. Todos los materiales fueron cargados en una camioneta. 

La noticia salió a la luz gracias a una madre que grabó con su celular el momento justo del saqueo. El funcionario en cuestión asegura frente a la cámara que tenía autorización para esa tarea, pese a que la situación del jardín está judicializada.