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Masa Crítica: La rebelión de las bicis (III)

por Revista Cítrica
15 de febrero de 2015

Se trata de una reunión de ciclistas que se lleva a cabo el primer domingo de cada mes frente al Obelisco y recorren parte de la Capital. No se avisa oficialmente, ni tiene líderes u organizadores. Personas de todas las edades se enteran por el "boca a boca". Esta es la última entrega de una crónica en dos ruedas.

La Masa Crítica no tiene un sólo objetivo, aunque un claro deseo común de sus participantes es tener cada vez más espacios para ciclistas y ver cada vez más gente pedaleando por las calles. En la MC hay tantos objetivos. Cada individuo llega con su propia idea, y la suma total de estas ideas da forma a la MC.

Algunos objetivos podrían ser:

- Para mejorar la imagen del ciclismo en las ciudades, en esas mismas ciudades a donde la polución de los combustibles azota ya de forma desmedida y devastadora. A veces ni siquiera nos damos cuenta del hollín que se nos mete en el cuerpo cada uno de los días de nuestras vidas, yendo y viniendo, subiendo y bajando de los transportes públicos. una polución galopante, en una ciudad donde no hay espacio para un auto más.

- Para promover la seguridad de los ciclistas en las calles, y no solamente la seguridad de los demás actores del tránsito hacia los mismo circulantes en bicicleta, sino la propia seguridad del ciclista hacia sí mismo, muchas veces olvidada, donde los ciclistas se pasean sin casco, sin luces, con el peligro de colocarse enormes auriculares para escuchar música, perdiendo absolutamente un sentido fundamental como es el del oído, en medio del tránsito salvaje de la Ciudad.

- Para la creación de más bicisendas en la ciudad, una ciudad donde si bien se han trazado un gran número de bicisendas y ciclovías, el aumento exponencial de las mismas ayudará a que muchos automovilistas abandonen su rutina de las cuatro ruedas para pasarse a las de dos.

- Para generar conciencia de los problemas de la contaminación, en esa polución galopante que azotaa Buenos Aires, como a tantas ciudades del planeta. Basta con observar el cielo desde una terraza alta, apenas amanecida la Ciudad, para poder observar una densa capa gris que se esparce sobre los edificios.

- Por diversión, siempre con la seguridad en primer término; divertirse dentro de un espacio seguro en la Ciudad.

- Encontrarse con amigos, disfrutar de los espacios sin provocar accidentes ni ser víctima de los mismos.

- Para que la gente entienda y se acostumbre a que los ciclistas son usuarios de las calles, en un hecho fundamental de integración social y civil.

- Para disfrutar pedalear seguro por calles y avenidas que usualmente son peligrosas.

- Para que otros ciclistas se animen a pedalear en la ciudad, y así sumar en número, porqu eun ciclista más implica un auto menos.

 

¿Qué es esto?

Se preguntan los transeuntes mientras observan a los ruidosos y audaces ciclistas que pasan, gritando y haciendo sonar sus timbres. Existe una amplia variedad de respuestas: “queremos más bicisendas”; “tratamos de pasarlo bien paseando juntos”; “defendemos una forma de vida más social”; “queremos reafirmar nuestro derecho a circular”; “se trata de ser más solidarios”. La Masa Crítica insiste en el concepto de que es sobretodo, una celebración, no una protesta.

 

El análisis del Semáforo en rojo

En su mayoría, las leyes de tráfico se hicieron para los automóviles, y seguro que no fueron pensadas para grandes grupos de ciclistas.  La Masa Crítica puede ignorar las leyes existentes de tránsito en la medida que se gane seguridad y eficacia para el grupo, y seguirlas cuando sirvan a propios intereses y necesidades.

 Cuando la cabeza del paseo alcanza un semáforo en rojo, lo único razonable es parar. De esta manera,  nadie se pone en peligro atravesando una vía por la que cruzan automóviles,   concedemos a los automovilistas la simple cortesía de su derecho a circular, y   nos damos la oportunidad de parar, reagruparnos, y formar una Masa sólida. Pero si, cuando la Masa Crítica pasa a través de una intersección, la luz cambia, no tiene sentido dividirse en dos grupos y la masa debe continuar a través de la intersección, protegida por los "tapones".