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Primera Marcha del Orgullo LGBTTIQ+ trans Villera y Plurinacional

por Revista Cítrica
Fotos: Nicolás Cardello
02 de noviembre de 2019

La organización Diversidad Trans-Villera, encabezada por la activista Martina Pelinco, la Asamblea Feminista y vecinxs organizadxs de las villas 31 y 31 bis realizaron una marcha histórica.

Ayer, en la Villa 31 y 31 Bis, ocurrió un hecho histórico: se llevó a cabo la “Primera Marcha del Orgullo LGBTTIQ+ trans Villera y Plurinacional”, realizada por la Diversidad Trans-Villera, encabezada por la activista Martina Pelinco, la Asamblea Feminista y vecinxs organizadxs de la zona.

“Estamos orgulloses y organizades. Somos vecinas, villeras de diferentes organizaciones, trabajadoras precarizadas, mujeres, originarias, trans, sudacas, travas, migrantes, negras, lesbianas. Somos quienes bancamos la olla de nuestra comunidad, quienes luchamos por Justicia, por los femicidios villeros que nunca salen en las noticias. Estamos construyendo poder feminista, popular y trans”, dice Lourdes, de la Asamblea Feminista, en el escenario preparado para el encuentro luego de la caminata que cientos de personas realizaron por más de 20 cuadras de la Villa 31 y 31 Bis de la Ciudad de Buenos Aires.

Un rato antes, la gran fila que formaba la marcha iba parando en los distintos pasillos de la Villa para visibilizar también los reclamos de las activistas travas y trans que acompañaron el encuentro: “Marchamos porque hoy a nadie se le ocurre preguntar cuánto necesita una travesti para vivir en nuestro país; en un contexto de exclusión en donde a lo único que somos expulsadas es a prostituirnos y a vivir hasta los 35 años, porque solo el 1% de nuestro colectivo llega a los 60”, dice Alma Fernández, activista travesti de 33 años.

“Estamos en un barrio con un proceso de organización que nos impone deuda, desalojo y casas de chapa y durlock. Nosotras hacemos fuerza contra la organización patriarcal que no considera las formas de nuestras familias a la hora de garantizar una solución habitacional. Una organización que amenaza con sacarnos a nuestros hijos a quienes no queremos irnos de las casas que construimos a lo largo de más de 80 años. Que endeudó a la ciudad pidiendo créditos a organismos internacionales, que cedió gratis el uso de nuestro suelo al Banco Mundial por 100 años, pero que no puede garantizar derechos básicos como el agua a más de 40 mil personas que habitan en el barrio”. Afirman integrantes de la Asamblea Feminista, y las denuncias se van sumando a la lista.

El punto de encuentro de la Marcha se realizó en la sede de la comunidad trans- villera y, en la caminata hacía allí, Mayra, 25 años comenta mientras lleva a su bebé en un cochecito: “Vengo a luchar por más igualdad y menos discriminación en todos los ámbitos; yo nací y viví siempre en la Villa, y cuando voy a pedir un trabajo en mi CV no puedo poner eso porque directamente ni me toman.”

Para buscar soluciones a estas y otras problemáticas nació la agrupación de la Diversidad Trans-Villera. A partir de entonces, vecines de la zona decidieron unirse y organizarse: “Lo que estamos viviendo hoy con esta marcha es una gran alegría, una hermosa unión entre todas las vecinas y vecines de la Villa 31. Y también con territorios de otros lados de Argentina y de otros países que vinieron acá, les compañeres migrantes. Tenemos una sensación de triunfo, de resistencia y de lucha, porque hoy le ganamos a la desigualdad, al racismo, a la clase social alta, a la burgesía, a los que nos oprimen", afirma con convicción Martina Pelinco.

“Las travas y las trans también sufrimos violencia machista, transfemicidios y travesticidios. Por eso el feminismo que queremos y por el cual luchamos es un feminismo villero, pobre, negro, trava, afro, migrante y latinoamericano: un feminismo de masas populares que abrace y que nombre a todes por igual”, remarcan las travas y trans de la Villa 31, mientras esta primavera les encuentra más unidas, bailando y cantando en la Primera Marcha del Orgullo de un barrio popular que, aunque lamentablemente una vez más no será noticia en la mayoría de los medios de comunicación, pudo por primera vez visibilizar sus reclamos y necesidades en un encuentro que además tuvo, como siempre y a pesar de todo, un gran espíritu de fiesta.