La luchadora más grande

por Redacción Rosario
16 de diciembre de 2014

Luciana Aymar, la mejor jugadora de todos los tiempos, se retiró del hockey. Repaso de una vida dedicada a una pasión.

El entrenador Ernesto Morlan y la ex Leona Ayelén Stepnik conocen como pocos a la mejor de todas, quien le puso fin a su brillante carrera. La llenaron de elogios y analizaron los motivos de su éxito.

Los distintos logros cosechados a lo largo de los años le dieron a Luciana Aymar una relevancia mundial, por lo que se la considera la mejor jugadora de todos los tiempos. Por eso, el eslabón no quiso olvidarse de sus orígenes en la ciudad y habló con uno de sus primeros entrenadores, Ernesto Morlan; y con su amiga de ruta, Ayelén Stepnik; quienes detallaron las principales virtudes de la volante que -con el título en el Champions Trophy disputado en Mendoza- le dijo adiós al hockey profesional.

Aquella pequeña con la 8 en la espalda de Las Leonas arribó a los 13 años al Jockey Club, luego de sus inicios en el Club Atlético Fisherton. “Era una jugadora con un talento y una condición física fuera de lo común y con muchísimas ganas de entrenar”, la recuerda su entrenador de aquel entonces, quien aclara que “superó todas las expectativas porque, más allá de que pensáramos que iba a ser muy buena, nadie imaginó que llegaría adonde llegó”.

El actual técnico de Provincial, que también entrenó a Lucha en las selecciones de Rosario, agrega que “su explosión fue cuando le tocó ir al juniors, en el Mundial de Corea”, ya que “a partir de ahí, empieza a jugar en el seleccionado mayor, a pulir todos sus defectos y a hacer todo lo que conocemos”.

En esos primeros años con la selección mayor, la vida puso en su camino a Ayelén Stepnik, compañera de viaje cuando comenzaron a sumarse al plantel de las Leonas. “Fuimos muy amigas en la época de la Selección, compartíamos grupos de amigas en común y el hecho de viajar juntas tantos años a Buenos Aires hizo que nuestro trato sea mayor”, se enorgullece la ex defensora, que define a su compinche como “una excelente compañera” y lamenta que “hoy, debido a las distancias, no tenemos la misma relación que antes porque cada una ha seguido su rumbo”.

“En todos los años que nos tocó estar juntas, nos hemos apoyado mutuamente porque era duro viajar, ya que es distinto cuando uno va acompañado, porque pasás momentos lindos pero también feos, y siempre es bueno poder compartirlos con una amiga”, continúa la ex jugadora, quien revela que en esos años junto a La Maga “charlábamos de cuestiones generales, de la familia, de amigos, de las parejas y siempre fue bueno tener un oído al lado”. Y, entre risas, suelta una vivencia: “Hubo un viaje después de un Mundial que nos quedamos de mochileras para recorrer una parte de Europa y terminamos en la casa de unos parientes que ella tenía en Barcelona”.

La Maga

La inteligencia y la destreza para dejar jugadoras en el camino que la convirtieron en ocho oportunidades en la mejor del mundo, fueron algunos de los motivos que llevaron a definirla como La Maga, ya que poseía una habilidad fuera de las capacidades posibles de un ser humano. Ambos entrevistados explican sus principales virtudes y coinciden en destacarla como una hockista “autoexigente”.

“Su actitud hacia la mejora, sus objetivos a cumplir y que siempre se fija metas muy altas, son algunas de las cualidades que la llevaron a lograr lo que es”, asegura Morlan, y enumera virtudes que diferencian a Lucha del resto como “su talento, sus cualidades naturales, su condición física, su actitud hacia el trabajo, su valentía, no se cae nunca, la adversidad la agranda”, y asegura que “tiene cosas que no es fácil verlas en una sola persona”.

“Siempre se destacó por ser una jugadora muy hábil, muy desequilibrante. La acompañaban sus condiciones técnicas y físicas, y a medida que pasaban los años explotaba más todas esas virtudes”, analiza Stepnik, y rememora: “En los primeros años basaba mucho su juego en lo individual, producto de su edad, de la inmadurez, algo lógico. Recuerdo que en esos años, Cachito (Vigil) la retaba bastante, porque había situaciones que se resolvían mejor dando un pase, y también se ha comido algunas puteadas por parte de sus compañeras”.

Su ex ladera de Selección y del Rot Weiss de Alemania, donde juntas terminaron con los 30 años de sequía del club Óconquistando la LigaÓ y se dieron el gusto de levantar la Copa Europea, asegura que “no sólo tenía condiciones naturales” sino que “no se conformaba con nada”, y concluye: “Siempre quería mejorar, se entrenaba aparte y se exigía cada vez más”.

Si yo fuera Maradona

Aquel recordado gol maradoniano ante las chinas, en el Mundial disputado en Rosario, quedará en las retinas de los espectadores que no dudaron en compararla con el Diego. “Para mí es superior, si tuviera que pensarlo en comparaciones es superior”, afirma sin dudarlo el ex entrenador de las Leoncitas. “Lo que ella logró en el hockey, es más que lo que logró Maradona en el fútbol”, prosigue este fanático y admirador de Aymar, y agrega que “la diferencia entre ella y la que le sigue, es muy superior a la que le había sacado Diego a los demás”.

Asimismo, lamenta que “difícilmente salga otra Lucha por muchos años, si es que sale”, y comenta que “ahora, al no tener a alguien que resuelva todo, va a haber que conformar equipos que jueguen bien, y todo lo que resuelvan será a través del equipo, más que de la individualidad, que es lo que hacen los otros”.

Despedida con gloria

Como si la etapa final estuviese guionada, Luciana Aymar se desprendió de la bocha y el palo con un título -uno más y van?- siendo elegida además, como durante toda su trayectoria, la mejor de todas.

La rubia ex jugadora, que hoy coordina el programa municipal de hockey en Rosario y lleva adelante su asociación civil Más Hockey, acuerda con la decisión de Luciana de abandonar este deporte, y tras aclarar que “es algo muy personal”, cerró: “Ella lo debe haber sentido así y tomó la decisión. Creo que fue correcta, se retiró a lo grande, habiendo ganado el Champions Trophy en su país”.

Lucha no se va

Apenas dejó la actividad, desde la Confederación Argentina de Hockey (CAH) salieron a manifestar sus deseos de retenerla en algún cargo y mantenerla ligada al deporte. “No voy a perder semejante referente”, había declarado el presidente de la entidad y senador nacional Aníbal Fernández.

Totalmente en la misma sintonía se manifiesta Morlan, quien coincide en que Luciana “debería ocupar alguna posición muy cerca del deporte, ya sea en la Confederación o acá en Rosario”, y que incluso puede ser “en el hockey o no”.

“Las vivencias que tiene como deportista son muchas. A nivel deportes, debe estar entre los dos o tres deportistas de Argentina de todos los tiempos. No sé quién ha llegado a alcanzar esos niveles, inclusive mundialmente”, argumenta el DT de Provincial, y concluye: “Me hubiese gustado que siga jugando por 20 años más”.

Reina leona

Los números impresionan. La cantidad de títulos y galardones cosechados a lo largo de su brillante carrera, transformaron a la rosarina Luciana Aymar en una verdadera leyenda del hockey sobre césped, y difícilmente la puedan superar. Es que esta fanática de Newell?s, que a los 7 años le dió a la bocha por primera vez, recibió en 8 oportunidades Ócuatro de ellas de manera consecutivaÓ el premio a la mejor jugadora del mundo, algo así como el balón de oro en fútbol. Y comparte, además, con el yachtista correntino Carlos Espínola, el privilegio de ser los dos únicos deportistas argentinos que conquistaron 4 medallas olímpicas.

En Argentina, Luciana se cansó de ganar campeonatos, defendiendo la camiseta de Quilmes y de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (Geba); y durante su estadía en Europa, hizo lo propio con las del Rot Weiss Köln, de Alemania; y del Real Club de Polo de Barcelona, de España.

Y con las Leonas ganó absolutamente todo: dos Copas del Mundo (Perth, Australia 2002 y Rosario, Argentina 2010); el póker de medallas en Juegos Olímpicos (dos de plata, en Sydney 2000 y Londres 2012; y dos de bronce, en Atenas 2004 y Pekin 2008); otras cuatro preseas en Juegos Panamericanos (tres de ellas doradas); y cinco Champions Trophy, uno de ellos en su ciudad natal.

Al bronce

Hace unos días, en el Paseo de la Gloria -un recorrido de esculturas con los deportistas más destacados del país que está emplazado en la porteña y cheta Costanera Sur-, Luciana Aymar fue inmortalizada en bronce y pasó a codearse con otras figuras de la talla de Emanuel Ginóbili, Guillermo Vilas y Gabriela Sabatini, a las que en 2015 se sumarán el golfista Roberto de Vicenzo, el rugbier Hugo Porta, el boxeador Pascual Pérez, el piloto Juan Manuel Fangio y los futbolistas Lionel Messi y Diego Armando Maradona.

Hace muy poquito, además, Luis Barrionuevo, quien preparó físicamente a Lucha durante muchos años, reveló en su cuenta de facebook “algunos números poco conocidos que explican una parte de por qué fue y será única”; y enumeró -por ejemplo- que a los 19 años “corrió los 50 metros llanos en 7s 1/10 en el CeNARD”, que en 1999 “corrió 10,200 Km de la Vuelta de Tigre en sólo 46m 51s”; y que en 2002 tardó apenas 57s 4/10 en recorrer los 400 metros de la pista atlética del Estadio Municipal de nuestra ciudad, en lo que es “la segunda marca del año en el Atletismo argentino”. Y, por último, el ex profe de la mejor jugadora de hockey sobre césped de todos los tiempos, contó una intimidad: “19.7 centímetros es el perímetro de su tobillo, el más delgado del Hockey Mundial, lo que explica en parte por qué mueve tan rápido sus pies”.

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