Se llama Jakub Jankto. Es un futbolista profesional. Sintió la ¿necesidad, pseudo obligación social, presión? de tener que "declararle al mundo" su condición de homosexual: “Soy gay y ya no quiero esconderme”. La hipocresía de un deporte, una sociedad mundial, y medios masivos de comunicación que obligan a que una elección sea noticia, y plastilina para el morbo mediático.