“Quiero ser reconocida como lo que soy: una jugadora profesional”

por Macarena Sánchez
22 de enero de 2019

Macarena Sánchez fue desvinculada de UAI Urquiza e inició acciones legales. En esta columna denuncia la precarización laboral en el fútbol femenino.

Hace 7 años que juego en el UAI Urquiza. Vine de Santa Fe a Buenos Aires, hice una prueba en el club y quede. Me vine a vivir acá para jugar al fútbol. Soy una trabajadora deportiva, una jugadora de fútbol que entrena todos los días.

Después de 7 años me dejan así, sin poder jugar ni entrenar en ningún otro club porque no puedo fichar hasta por lo menos dentro de 6 meses. El 5 de enero, una semana antes del día que debíamos reincorporarnos, recibí el llamado del director técnico diciéndome que “por razones futbolísticas” me desvinculaban del club. Solo eso. Nadie de la dirigencia se comunicó conmigo.

Si esta denuncia la hacía unos años atrás, nadie la iba a escuchar

Nosotras no tenemos respaldo legal ni gremial, y cuando pasan estas injusticias no tenemos qué hacer. Y estas situaciones pasan bastante seguido. El mío no es el primer caso, es el primero que se conoce, es la primera vez que se inician acciones legales, pero la precarización laboral y las malas condiciones son moneda corriente en el fútbol femenino. Es necesario hablar, no callarse más.

La lucha es de todas. Mi denuncia va a sentar un precedente, es inédito lo que reclamamos y por eso viene para largo pero estoy convencida de que lo que hacemos va a ser positivo para las chicas que vienen atrás mío. Porque hay muchas que pasan situaciones iguales o peores que las mías. Hay chicas que tienen que pagarse el micro que las traslada los fines de semana para jugar de visitantes. Hasta se han pagado las ambulancias, que deben asistir a los partidos y corresponde a los clubes; las han pagado las chicas. Y hasta los materiales para entrenar, en muchos casos, los llevan las chicas. Hay clubes que ni una pelota te dan. Juego con chicas que, por distintas situaciones: falta de tiempo o plata, llegan a entrenar sin comer. Somos jugadoras de alto rendimiento, no podemos tener tremendo desgaste sin alimentarnos bien. La desigualdad es notoria en el derecho salarial y en las cosas básicas. No hay club donde el fútbol femenino tenga las mismas condiciones que el fútbol masculino.

A la AFA le pido que cumpla con los compromisos de igualdad de género y de no discriminar que tiene 

El movimiento feminista fue muy importante para nosotras porque nos empujó a luchar por nuestros derechos como mujeres, en un mundo patriarcal que nos somete permanentemente, pero también como jugadoras.  Por eso hoy mi reclamo, que es el de muchas más, se hace visible. Porque miles de mujeres salimos a las calles a reclamar: basta de matarnos, pero también basta explotarnos, de subestimarnos, de no tomarnos en serio.  Si esta denuncia la hacía yo hace unos años atrás nadie me iba a escuchar. Gracias al feminismo alzo mi voz y se me escucha, y estoy acompañada. El feminismo nos abraza, eso siento. Me sentí acompañada por otras jugadoras, periodistas, ex jugadoras. Se suman muchas chicas a visibilizar cosas que no se habían contado antes, pero pasan desde siempre.

Quiero ser reconocida como jugadora profesional de fútbol. Y a la AFA le pido que cumpla con los compromisos de igualdad de género y de no discriminar que tiene. Que nos respalde, por favor. Todos los clubes están afiliados a la AFA, no pueden desconocer la realidad que vivimos.  Y si están al tanto de lo que pasa en los clubes, ¿Cómo puede ser que no se involucren, que no hagan nada por mejorar las situaciones en las que entrenamos, que no se hagan cargo de que el fútbol femenino existe y es cada vez más grande?

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