Primer aniversario autogestivo de La casona cooperativa
FACTA06 de septiembre de 2015
La tradicional pizzería La casona de Corrientes y Maipú celebra su primer aniversario como cooperativa y los trabajadores cuentan orgullosos los logros colectivos.
Tras un año de gestión, los trabajadores del tradicional restaurante La casona cooperativa, celebran su primer aniversario muy orgullosos por todo lo construido como grupo al frente de esta nueva empresa social. Quienes pasen por la puerta de Corrientes y Maipú podrán ver las variadas ofertas gastronómicas para compartir con sus clientes de siempre y, con los de esta nueva etapa. Desde aquella tarde del 25 de julio de 2014 cuando decidieron reclamar por su fuente laboral ante sus patrones lo cual derivó en el armado de la cooperativa, muchas cosas han cambiado en la vida de los trabajadores que en ésta charla nos cuentan todos los logros colectivos y, nos detallan el actual conflicto con los dueños de la propiedad quienes se niegan a renovar el contrato de alquiler con maniobras legales e ilegales.
Quienes eran habitués del local pueden verificar el cambio y la transformación de esta clásica pizzería. Bajo esta administración, los trabajadores han mejorado las comodidades para los clientes de manera notoria. En menos de un año de trabajo, la cooperativa compró varios aires acondicionados, también dos heladeras con frezer, televisores, arreglaron las instalaciones muy deterioradas de las oficinas y depósitos, los baños, pintaron y reacondicionaron completamente la cocina, mejoraron las compras y bajaron los costos de la materia prima para no trasladarla a la carta, sobre todo en cortes de carne, incorporaron más proveedores para mejorar y surtir al negocio. En definitiva, cuidar al cliente, cosa que no hacían sus dueños. Además, como novedades hoy brindan servicio de comidas para llevar por peso que se puede comprar en el primer piso y, también inauguraron un sector exclusivo para niños. De esta manera, La casona cooperativa es un gran plan para ir a comer al microcentro porteño por variedad, calidad y buen precio para todas las edades.
Charlamos con el presidente Mario Romero y Daniel Fernández quienes cuentan el proceso de cambio del trabajo bajo patrón a la autogestión. Además, nos adelantan que están trabajando con las autoridades de la Federación FACTA sobre la posibilidad de realizar actividades culturales en el salón del primer piso para mostrar e instalar el espacio en el circuito social y político. “Queremos que nos conozcan y sepan que nuestra casa está abierta a la comunidad y, además queremos denunciar las maniobras legales e ilegales de los dueños del local que se niegan a renovarnos el contrato”, expresó Daniel Fernández.
“Creo que lo más complicado para el grupo fue cambiar el chip de ser empleado a ser socio, eso es lo que más costó y de a poco se está logrando. Además de eso, el trabajo desde que estamos como cooperativa el trabajo aumentó un 40 por ciento, volvió la clientela que se había ido disconforme con la gestión anterior, mejoramos mucho la calidad en la pizzería y en la cafetería, incorporamos muchos más platos y mejores precios. Al salir nosotros a comprar al mercado central, los costos los bajamos para no trasladarlos a la carta para ser competitivos con los otros negocios, antes era muy caro para la zona del microcentro. Acá hay muchas oficinas y la gente busca precios, tenés que competir y ahora lo podemos hacer”, detalla Mario esta infinidad de gestiones que posibilitan este presente.
Los trabajadores de La casona cooperativa en muy poco tiempo han mostrado su solidaridad con otros conflictos que se han generado tanto en la recuperación de empresas como en su participación dentro de la Federación FACTA. Las cooperativas gastronómicas de FACTA como Los Chanchitos, La Cacerola, y otras estuvieron presentes en cada reunión de la Federación como también de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo. Entendieron que la unión de los trabajadores genera conciencia y ayuda a conocer otras experiencias para poder volcarlas en la propia cooperativa.
Pero como en toda recuperación de empresas el problema de la propiedad es clave. En La casona desde enero de este año mantienen un conflicto con los dueños de la propiedad que se niegan a renovarles el contrato de alquiler. Eso ha generado cierta tensión entre las partes y mediante la gestión del abogado Ataliva Dinani se logró sortear por el momento la situación.
Pese a este escollo legal y administrativo, los trabajadores confían que se pueda lograr un diálogo con los dueños para poder renovar el alquiler y seguir planificando el trabajo. Sólo eso piden. En este sentido, Mario y Daniel nos cuentan que a fines de septiembre aproximadamente organizarán junto con la Federación FACTA eventos culturales para contar los clientes y vecinos sobre esta situación.
“En cuanto nos confirmen los artistas, estaremos publicitando el evento a fin de mes, la idea es hacerlo en esta esquina de Corrientes y Maipú para que todo el mundo se entere de esta situación. Vamos a poner todo lo que podamos para armar un gran evento, sabemos que contamos con la ayuda de FACTA”, expresó Mario, con esa tranquilidad que lo caracteriza.
De esta manera, los trabajadores se preparan para festejar su primer año junto a todos los que los apoyaron y denunciando este accionar de los dueños del inmueble. Saben que cuentan con la solidaridad de las cooperativas de trabajo y organizaciones sociales, lo cual hoy no es poco.
Quienes eran habitués del local pueden verificar el cambio y la transformación de esta clásica pizzería. Bajo esta administración, los trabajadores han mejorado las comodidades para los clientes de manera notoria. En menos de un año de trabajo, la cooperativa compró varios aires acondicionados, también dos heladeras con frezer, televisores, arreglaron las instalaciones muy deterioradas de las oficinas y depósitos, los baños, pintaron y reacondicionaron completamente la cocina, mejoraron las compras y bajaron los costos de la materia prima para no trasladarla a la carta, sobre todo en cortes de carne, incorporaron más proveedores para mejorar y surtir al negocio. En definitiva, cuidar al cliente, cosa que no hacían sus dueños. Además, como novedades hoy brindan servicio de comidas para llevar por peso que se puede comprar en el primer piso y, también inauguraron un sector exclusivo para niños. De esta manera, La casona cooperativa es un gran plan para ir a comer al microcentro porteño por variedad, calidad y buen precio para todas las edades.
Charlamos con el presidente Mario Romero y Daniel Fernández quienes cuentan el proceso de cambio del trabajo bajo patrón a la autogestión. Además, nos adelantan que están trabajando con las autoridades de la Federación FACTA sobre la posibilidad de realizar actividades culturales en el salón del primer piso para mostrar e instalar el espacio en el circuito social y político. “Queremos que nos conozcan y sepan que nuestra casa está abierta a la comunidad y, además queremos denunciar las maniobras legales e ilegales de los dueños del local que se niegan a renovarnos el contrato”, expresó Daniel Fernández.
“Creo que lo más complicado para el grupo fue cambiar el chip de ser empleado a ser socio, eso es lo que más costó y de a poco se está logrando. Además de eso, el trabajo desde que estamos como cooperativa el trabajo aumentó un 40 por ciento, volvió la clientela que se había ido disconforme con la gestión anterior, mejoramos mucho la calidad en la pizzería y en la cafetería, incorporamos muchos más platos y mejores precios. Al salir nosotros a comprar al mercado central, los costos los bajamos para no trasladarlos a la carta para ser competitivos con los otros negocios, antes era muy caro para la zona del microcentro. Acá hay muchas oficinas y la gente busca precios, tenés que competir y ahora lo podemos hacer”, detalla Mario esta infinidad de gestiones que posibilitan este presente.
Los trabajadores de La casona cooperativa en muy poco tiempo han mostrado su solidaridad con otros conflictos que se han generado tanto en la recuperación de empresas como en su participación dentro de la Federación FACTA. Las cooperativas gastronómicas de FACTA como Los Chanchitos, La Cacerola, y otras estuvieron presentes en cada reunión de la Federación como también de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo. Entendieron que la unión de los trabajadores genera conciencia y ayuda a conocer otras experiencias para poder volcarlas en la propia cooperativa.
Pero como en toda recuperación de empresas el problema de la propiedad es clave. En La casona desde enero de este año mantienen un conflicto con los dueños de la propiedad que se niegan a renovarles el contrato de alquiler. Eso ha generado cierta tensión entre las partes y mediante la gestión del abogado Ataliva Dinani se logró sortear por el momento la situación.
“Estamos muy bien como grupo a pesar de que los dueños se nieguen a recibirnos el dinero del alquiler. Desde que nos hicimos cargo como cooperativa le pagamos el mes de agosto y además julio que no nos correspondía, en 10 días le dimos 300 mil pesos al dueño y nos dijo que hiciéramos buena letra que en diciembre nos renovaba el contrato. Con esta modalidad estuvimos hasta diciembre. Pero en cuando le pedimos el recibo a nombre de la cooperativa se negó y solo quería que se hicieran los pagos en negro. Nosotros lo guardamos en un plazo fijo para cuando decidan recibirlo o quieran cobrarnos. Y lo peor es que nos dijo ?Si te hago un recibo me obligás a que te renueve el alquiler?. Desde esa conversación nunca más apareció. El mismo día que nos clausuró en gobierno de la Ciudad, aparecieron los dueños porque necesitaban cambiar la lona del cartel de la terraza, cuando nos negamos dijeron que si los dejábamos nos renovaban el alquiler, eso hicimos pero ellos nunca aparecieron”, cuenta indignado Daniel Fernández.
Pese a este escollo legal y administrativo, los trabajadores confían que se pueda lograr un diálogo con los dueños para poder renovar el alquiler y seguir planificando el trabajo. Sólo eso piden. En este sentido, Mario y Daniel nos cuentan que a fines de septiembre aproximadamente organizarán junto con la Federación FACTA eventos culturales para contar los clientes y vecinos sobre esta situación.
“En cuanto nos confirmen los artistas, estaremos publicitando el evento a fin de mes, la idea es hacerlo en esta esquina de Corrientes y Maipú para que todo el mundo se entere de esta situación. Vamos a poner todo lo que podamos para armar un gran evento, sabemos que contamos con la ayuda de FACTA”, expresó Mario, con esa tranquilidad que lo caracteriza.
De esta manera, los trabajadores se preparan para festejar su primer año junto a todos los que los apoyaron y denunciando este accionar de los dueños del inmueble. Saben que cuentan con la solidaridad de las cooperativas de trabajo y organizaciones sociales, lo cual hoy no es poco.
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