Milei, la cara argentina de una derechización global
por Matías RodríguezFotos: Agencia Télam
19 de agosto de 2023
Un análisis para salir del enojo (y del miedo) e intentar comprender lo que sucedió en las PASO. El hartazgo de muchos sectores de la población con las dos fuerzas políticas -kirchnerismo y macrismo- que se presentaban como antagónicas y representan una decepción. El paralelismo con lo que sucede en otros países. La influencia del Tea Party y el All-right en Estados Unidos, y la Nouvelle Droite de Francia. ¿Y ahora qué hacemos?
El triunfo de Milei en las PASO del pasado 13 de agosto despierta profundos interrogantes (y miedo) acerca de este nuevo fenómeno político. Rápidamente se encuentran en otros países expresiones de la misma bronca y frustración que alimentan el voto “libertario” local.
El historiador italiano Steven Forti plantea que hay una “crisis de la democracia liberal” porque se fueron perdiendo los contornos claros de las diferencias entre los partidos históricos que sostienen el sistema político en cada país y al mismo tiempo fueron creciendo la desigualdad y la percepción de falta de perspectivas.
Esta línea de investigación a nivel internacional tiene conexión con el análisis local de Carlos Pagni. El conductor de La Odisea Argentina explica que estamos ante la existencia de otra crisis de representación política. Pagni ubica en 2001 una crisis de representación sintetizada en el “que se vayan todos”. Según el columnista de La Nación, el kirchnerismo y el macrismo son hijos de esa crisis y son las fuerzas políticas que están cuestionadas en la actualidad.
Milei critica a Maria Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta con el mote de “zurdos”, como si fueran parte del kirchnerismo. Para el líder de Libertad Avanza son todos “colectivistas”, “socialistas” y “keynesianos”. La posibilidad de que se pueda ubicar a dirigentes de fuerzas tan disímiles como parte de “los mismos de siempre” o “la casta” se debe a la decepción de gobiernos que se presentaban como antagónicos, pero fueron vividos de manera similar para muchos sectores de la población. Esa pérdida de parámetros sobre qué esperar o cómo catalogar a las diferentes gestiones generó una pérdida de confianza que no solamente se registra en el voto a Milei sino en el nivel de ausentismo, voto nulo y en blanco.
La pérdida de parámetros sobre qué esperar o cómo catalogar a las diferentes gestiones generó pérdida de confianza en muchos sectores de la población
La emergencia de una nueva derecha mundial tiene múltiples orígenes. Aquí vamos a rastrear algunos que puedan dar pistas de vasos comunicantes entre expresiones simultáneas de una misma experiencia, pero en diferentes países.
Del Tea Party a la All-right y el triunfo de Trump
El movimiento nació en los primeros meses de 2009 como respuesta a las medidas intervencionistas de Bush y Obama de rescates de los bancos luego de la crisis por la caída de las Subprime. Fue la versión de derecha del movimiento Occupy Wall Street desatado en 2011. El Tea Party se centró en las protestas contra la intervención estatal y los impuestos, mientras que el Occupy Wall Street construyó una narrativa contra el 1% más rico a quién responsabilizan de la crisis y sus efectos.
Este movimiento empezó a construir una importante influencia dentro del Partido Republicano con una agenda de extrema derecha, xenófoba y antiglobalización. El nombre "Tea Party" hace referencia al movimiento anticolonialista de finales del siglo XVIII llamado Motín del té de Boston, que protestaba por la aprobación de los impuestos al té sin tener representación en el parlamento británico. Los miembros de las marchas del Tea Party han tratado de evocar estas antiguas marchas usando imágenes, consignas y temas de este periodo de la historia estadounidense.
En las primarias de los republicanos y las elecciones presidenciales de 2016 la influencia de este movimiento en la derecha estadounidense decayó y fue sustituido por un nuevo conjunto de movimientos llamado «derecha alternativa» que fue decisiva para que el candidato republicano Donald Trump accediera a la Casa Blanca.
En Estados Unidos, el Tea Party empezó a construir una importante influencia dentro del Partido Republicano con una agenda de extrema derecha, xenófoba y antiglobalización
En 2010, el supremacista blanco Richard B. Spencer lanzó la revista on line The Alternative Right. Desde el comienzo el objetivo fue impulsar “una batalla cultural contra el marxismo” que supuestamente está instalado en la sociedad. Sus ideas partían del supremacismo blanco, el neorreacinarismo o ilustración oscura y el nacionalismo imperialista.
En 2015 la derecha alternativa atrajo una atención renovada debido a su apoyo generalizado a la campaña presidencial de Donald Trump. En un intento por organizar un movimiento de mayor impacto, Spencer y otros autores de derecha alternativa organizaron la manifestación Unite the Right en agosto de 2017, en Charlottesville, Virginia.
De Nouvelle Droite al Front Nationale
La Nueva Derecha (Nouvelle Droite en francés), a veces abreviado con las iniciales ND, es un movimiento político de extrema derecha que surgió en Francia a finales de la década de 1960. Su líder fue Alain de Benoist, cuyo propósito era, según Pierre-André Taguieff, «rearmar intelectualmente la derecha en Francia» para hacer frente a la hegemonía cultural de la izquierda.
Aunque rechazaba las ideas de izquierda, la Nouvelle Droite también estaba muy influida por la noción de “batalla cultural” del marxista italiano Antonio Gramsci. Los miembros de la ND se describían a sí mismos como los "gramscianos de la derecha". Luego de décadas de crecimiento la militancia de la Nouvelle Droite fue integrando el Frente Nacional de Marine Le Pen (FN).
El líder de la "Nueva Derecha" en Francia, Alain de Benoist, tenía como propósito "rearmar intelectualmente la derecha en Francia" y hacer frente a la hegemonía cultural de izquierda
Hoy el FN es la segunda fuerza más votada en Francia y crece al compás de un discurso euroescéptico y xenófobo. Los atentados terroristas en Europa que fueron reivindicados por organizaciones yihadistas, la falta de empleo y la precarización laboral son un caldo de cultivo propicio para el auge de una campaña de odio contra el inmigrante, los sindicatos y “los políticos”.
Cómo se agrupan y crecen
Estos fenómenos no son espontáneos. Hay militantes y dirigentes de extrema derecha que hace años vienen dando “la batalla cultural” contra consensos progresistas que se asentaron luego de los movimientos de indignados en Europa y Estados Unidos, la primavera árabe y las rebeliones populares en Latinoamérica. Estos movimientos fueron creciendo trabajosamente con el tiempo y encontraron momentos en particular para encontrarse y forjar lazos que los unan. En nuestro país fueron las movilizaciones de los pañuelos celestes contra el derecho al aborto, la quema de barbijos y concentraciones contra la cuarentena o las marchas en distintas provincias contra la estatización de Vicentin.
En Europa fueron manifestaciones contra los inmigrantes; y en Brasil y Estados Unidos con acciones violentas en protesta por los resultados electorales que evidenciaron la derrota de Bolsonaro y Trump.
Estos dirigentes y militantes de derecha, que en otros momentos carecían de cualquier tipo de representación, aumentan sus posibilidades de llegar al poder representando un hartazgo con el sistema tradicional de partidos.
En Argentina, los movimientos de derecha encontraron momentos para forjar lazos: las movilizaciones contra el derecho al aborto, la quema de barbijos o las marchas contra la estatización de Vicentin
La revolución de la comunicación que significó el desarrollo de las redes sociales fue utilizada por la derecha mundial con resultados efectivos. Esteve Bannon, el estratega comunicacional de la primera campaña de Trump, utilizó la segmentación para mostrarle a cada usuario fakes news que impactaron de lleno en su sensibilidad personal. A los desempleados detectados se les enviaron mensajes publicitarios que manifestaban el desinterés de los demócratas en relación con la desocupación. A los veteranos de guerra se les transmitían noticias falsas acerca de la futura clausura de los fondos federales dedicados a sus familiares. A los segmentos identificados como “patrióticos” se los inundó con información sobre los nexos entre los demócratas y la burocracia de los organismos internacionales, carentes de interés en las cuestiones domésticas.
En nuestro país, youtubers como “El Presto”, Dannan o Tipito enojado crecieron con videos polarizantes que se opusieron a la ola feminista y representan a quienes se quedaron por fuera de cualquier reagrupamiento en la juventud.
Milei es la expresión local de un fenómeno mundial. Como habrán observado quienes conversaron con personas que lo votaron, es inútil enojarse con un hecho de estas características. Para poder transformar la realidad, hay que entenderla. Esta nota buscó humildemente aportar elementos para esa enorme tarea.
¿En serio vamos a hacerlo?
Preguntas a flor de piel después de las elecciones, con la certeza de que la opción política de extrema derecha perdió fuerza pero sigue gravitando en la discusión pública y tiene mucho daño para causar todavía.
¿Cómo cuidarnos del odio?
Una invitación para crear y pensar estrategias, recursos, prácticas de cuidado, de autodefensa, de compañerismo, de sostén. Dialogamos con Mariposa Trash, travesti, artista y música, para pensar cómo reparar lazos sociales rotos y acciones que busquen hacer o construir comunidad. ¿Para qué? Para no sentirnos tan solxs.
“No hay forma de pensar la violencia de género sin pensar en la crisis económica”
La médica y docente Sol Ferreyra analiza por qué un sector de la población rechaza la Educación Sexual Integral y asegura que para habilitar el diálogo con el 55 por ciento de la población que votó a Milei hay que saber que son un grupo muy heterogéneo: “No todes nos odian”.