La Poderosa encaró una colecta de juguetes para niños y niñas de las villas y nos acercó la realidad que hoy se ve recrudecida, sobre todo por la falta de alimentos en los comedores y trabajo digno que garantice llegar a fin de mes.
El primer año de Javier Milei se despide con una crisis brutal en los barrios populares de Argentina. En este contexto, aquello que debería ser obvio no está siendo lo más común: la empatía. El Observatorio Villero de la organización La Poderosa resume cómo impactó los primeros doce meses del gobierno libertario en los pasillos cada vez más postergados por las políticas públicas del Estado.
"No sólo no se llega a la canasta básica total, sino que cada vez estamos más lejos. La brecha entre ingresos y la canasta de los hogares pobres es del 42% según el INDEC, pero en nuestros barrios populares es del 64%. El ingreso medio por ocupación principal en las villas es de $192.000, eso es 20% menos del salario mínimo del mes del relevamiento", dice Diego Mora, referente del Observatorio, vecino de la Villa 21-24.
La situación se enmarca en un Salario Mínimo Vital y Móvil que, irónicamente, quedó inmóvil. No supera los 300 mil pesos mientras la canasta básica ya llega al millón para una familia tipo. Estas fiestas serán particularmente precarias, no habrá “Nochebuena” en miles de hogares de los más de cinco mil barrios populares de nuestro suelo.
Para reforzar estos datos, en términos palpables, basta con ir a los comedores. Solo en la Ciudad de Buenos Aires, La Poderosa estima que sus comensales aumentaron en un 20% mientras el Ministerio de Capital Humano no llega, ni se asoma, a los barrios. En conjunto con otras organizaciones del distrito más rico se armó un "Mapa de Comedores" que visibiliza esto, sobre todo, en las comunas del sur de CABA. "Solo en La Poderosa repartimos 6150 platos diarios y nos quedan alrededor de 500 personas en lista de espera porque no tenemos los alimentos para sostener las ollas", dicen.
Una forma de enfrentar tanta información negativa es con organización comunitaria. Mónica Troncoso, referenta y vecina de Barrio Fátima, nos contó sobre la “Poderosa Navidad” que armaron de cara al fin de semana del 21 y 22 de diciembre: "Los invitamos a juntar juguetes en pleno Obelisco. Estaremos de 14 a 20 horas acompañados con referentes de la cultura y haciendo una feria cooperativista para mostrar el trabajo que hacemos en los barrios", comentó. "Este año cada hogar estará haciendo un esfuerzo para comer algo y a veces deja de lado detalles como los juguetes para los más chicos. Queremos abonar con un presente a las infancias de nuestros barrios".
Por su parte, Fidel Ruíz, otro referente del movimiento y vecino de Zavaleta, agradece a los lectores por la difusión y el acompañamiento en la campaña: "No será solo en el Obelisco sino en diferentes puntos del país. Les pedimos que puedan estar atentos a las redes de La Garganta Poderosa donde vamos a ir informando en qué punto de cada ciudad pueden acercarse para donar. Queremos que los pibes tengan acceso a ese derecho, tener un juguete este año, y una Navidad más digna".
Alquilar sólo cuesta villa
El mercado inmobiliario de la Ciudad de Buenos Aires es uno de los más desregulados del mundo, y en los barrios populares la situación empeora: el hacinamiento, los precios arbitrarios, la falta de derechos y la especulación son factores comunes. ¿Cuáles son las particularidades del mercado inmobiliario dentro de las villas porteñas?
Infancias libres en la villa
“Aprender jugando”. Eso proponen desde Aula Vereda, un proyecto autogestivo que trabaja con niñas y niños de la Villa 31. Desde los estereotipos y los roles designados en las casas hasta la violencia de género y la desigualdad afuera. Todo entra en debate para que allí también las infancias sean más libres.
La muerte en la villa no es noticia
Acaba de fallecer Torobia Balbuena, vecina de 84 años de la Villa 31. Se había contagiado de coronavirus porque no se aisló a sus familiares previamente contagiados. Para la televisión, esta noche no es noticia.