La privatización de YPF y la falsa soberanía de Vaca Muerta

Pero la YPF que podría ser privatizada
¿es sinónimo de soberanía?

Escribo esto desde Añelo
el corazón de Vaca Muerta
acá Milei fue votado por más del 60 por ciento

caminar por las calles de tierra de Añelo
o por zonas aledañas
basta para saber que acá 
no hay 
soberanía ni progreso

respirar el polvo y el olor a gas
andar por rutas repletas de camiones
de pozos
de trabajadores haciendo dedo
escuchar el sonido infernal de los venteos
todo ese fuego gigante que se desperdicia y contamina
y la gente acá viviendo con garrafas

En Vaca Muerta se pagan salarios más altos
es verdad
Y los precios de todo también son más altos
Y hay crisis habitacional y falta de agua

Pienso en la palabra soberanía todo el tiempo
en estas tierras
donde hay basureros petroleros rebalsados
abandonados
al aire libre y sin ningún tipo de control 
Pienso en Malvinas
en el sentido común 
que nos metieron desde chicos
Pienso en la historia antes de que nos llamemos Argentina
Pienso si mi país no hace 
con nuestros pueblos originarios 
lo mismo que nos duele de los ingleses:
invadir
robar territorio
colonizar
Pienso si lo que hicieron los militares
mandar a los pibes a morir
como manotazo de ahogado de su fracaso
se puede llamar soberanía
Pienso si la defensa del agua
del aire
de la tierra
de quienes vivimos aquí
no es la verdadera soberanía que deberíamos construir

Pienso en Jujuy
en las mujeres que cuidaban a sus cabras
tranquilas en los cerros
y hoy duermen en una plaza de Buenos Aires
porque sin agua no hay vida 
Pienso en todos los indignados por 
la represión de Morales
y en el poco acompañamiento al Malón de la Paz
Pienso en las comunidades
en lo comunitario
que ahora aparece como la tabla de salvación
a este tiempo de horror y fascismo

Pienso en la raíz de nuestra historia
en los saberes que aplastó la patria

Pienso en la sociedad fracturada
en esta tierra donde la palabra fractura se escucha todo el tiempo 
mientras cientos de máquinas agujerean
a más de 3000 metros de profundidad 
y otros tantos de forma horizontal
Pienso en las montañas de arena que recorren kilómetros en camiones para juntarse con químicos y explotar debajo de la tierra

Pienso en Sauzal Bonito
300 sismos y sus casas quebradas 
desde que llegó el fracking 

¿Esa es nuestra ganancia? 

Pienso en Guernica
en gente cagada de frío y hambre 
debajo de un techo de nylon 
prendido fuego por un gobierno popular 

Pienso en Bullrich
En Santiago Maldonado
En las marchas masivas por su desaparición y asesinato 
y en la falta de movilización por Rafael Nahuel 
Pienso en lo que no se hizo por buscar 
verdad y justicia
desde el Estado 
Pienso en el comando unificado
150 efectivos de distintas fuerzas 
para atrapar a mujeres y niñes mapuche
que estuvieron ocho meses presas

Pienso en la cantidad de jóvenes y no tan jóvenes recuperando su identidad
Pienso en las nietas y nietos recuperados
los de la dictadura
pero también los de la campaña del desierto
que están recuperando su historia
que se preguntan dónde vivían sus bisabuelos
 y quién les robó sus tierras

Pienso en el pueblo mapuche
que recupera saberes y cuida lo de todos
que pudo sentar en el banquillo a Bullrich
cuando la Gendarmería
se metió en sus territorios

Pienso en lo que viene

Pienso en YPF
la empresa nacional más grande del país
la que está en todos los eslabones de la cadena 
que también fabrica 
agrotóxicos 
Pienso en los pueblos y familias que crecieron 
por esa YPF que hoy también genera 
laburo y orgullo
Pienso en cómo empezó Vaca Muerta 
hace más de una década  
recuperándola de Repsol
para firmar un acuerdo secreto con Chevron
y reprimir a la gente que afuera de la legislatura de Neuquén pedía explicaciones 
y avisaba lo que sabe cada vez más el mundo:
 el extractivismo trae muerte y las ganancias siempre
 se van para otro lado

Pienso en las charlas y entrevistas 
con funcionarios
con compañeros y militantes
que le bajan el precio a las asambleas 
y a “los ambientalistas”
a personas que en todo el país se organizan para defender la vida
sea la propia y de sus vecinos 
como la de la tierra de la que 
somos parte

Pienso en los modelos de país que defendemos
en los pueblos fumigados y el éxodo a las ciudades para seguir alimentando un mecanismo de exportación ideado por países colonialistas

Pienso cómo no va a ser posible 
en este país 
una política energética más justa
y una transición en sintonía con los territorios 
más que con las multinacionales 

Pienso en la noticia prácticamente invisible
de hace tres meses cuando YPF y gobierno convocaron 
a una audiencia pública 
y pusieron una patota para impedir 
el ingreso de cientos de personas que se manifestaban
en contra del oleoducto y el puerto petrolero en
el golfo San Matías
que pone en riesgo a península Valdés 
y a cuatro áreas naturales protegidas

Pienso en las ballenas
los pescadores y el turismo en peligro de extinción
por el avance de una industria que 
aumenta el calentamiento global
y acá es promovida como 
la “salvación argentina”

Pero sobre todo pienso porque 
si tantos millones genera Vaca Muerta
estamos como estamos
a punto de tener a
un presidente con una motosierra
en las manos 

Pienso en todo lo que vendrá ahora
encima
con YPF en manos de 
Milei
Macri y compañía

Duele
como también duelen
los espejitos de colores 
que nos trajeron hasta acá 
y que nos hablan de soberanía 
sin cuidarnos
sin cuidar nuestras casas y 
nuestras familias
Sin cuidar nuestra tierra
nuestra agua
nuestro futuro