Drones y amenazas en Mascardi

por Maxi Goldschmidt
03 de marzo de 2018

Otra vez en la lof Lafken Winkul Mapu. A tres meses del asesinato de Rafita, Parques Nacionales pretende desalojar a familias que sólo quieren vivir en paz. Otro capítulo de la persecución del Estado al pueblo mapuche.

Habíamos pasado por la lof Lafken Winkul Mapu apenas unas horas antes del mensaje: drones sobrevolando la comunidad y un escrito de Parques Nacionales pidiendo el desalojo. Volvimos hacia allá, en plena madrugada, por miedo a que, como suele suceder, un operativo del Ministerio de Seguridad cortara la ruta y nos impidiera llegar.

Apenas dos metros después de la tranquera, un cohiue es resumen de la pesadilla vivida por esta comunidad hace tres meses: un alambre y clavos sostienen fotos de Rafita, cartuchos verdes y una granada antitumulto.

Todo lo que se ve a primera vista en ese árbol, es lo que no quiere más esta lof. “Sólo queremos que nos dejen vivir en paz, con nuestros hijos y nuestra familia, pero el Estado insiste en amedrentarnos una y otra vez”, dice un peñi, transpirado. Un momento antes, trabajaba en la construcción de una de las rucas (casas).

Hace cuatro días encontramos a tres personas, dos de ellas con camperas de Parques Nacionales, que estaban dentro del territorio filmando y sacando fotos. Cuando los descubrimos se fueron corriendo.

Un niño llega corriendo, otro se asoma lentamente. Enseguida están jugando con la cámara de fotos. Al rato se suman dos niñas.

Mientras, los mayores cuentan las malas nuevas: ayer a la tarde, alrededor de las 16, dos drones sobrevolaron el territorio. “Debe ser una tarea de inteligencia, o alguien de Parques Nacionales. No sabemos bien pero creemos que es otra manera de amedrentarnos. Hace cuatro días, encontramos a tres personas, dos de ellas con camperas de Parques Nacionales, que estaban dentro del territorio filmando y sacando fotos. Cuando los descubrimos se fueron corriendo. Y encima ayer también nos enteramos que Parques presentó un escrito pidiendo el desalojo”, relata Diego, vocero de la comunidad.

¿Pero justamente no es que se formó una Mesa de Diálogo, en la que participan organizaciones, comunidades y hasta el Obispo de Bariloche, para evitar situaciones de violencia?

La mesa de diálogo nunca ha tenido una gran importancia para Parques, porque nunca han participado. Fueron una sola vez, pero mandaron un abogado que fue a contar cual había sido la presentación de Parques y nada más. No hubo ninguna respuesta, sólo dicen que tenemos que desalojar. Nosotros dijimos que no, porque el territorio es mapuche y nosotros ejercemos la posesión ancestral. Y que en todo caso el que tiene que dar la solución es el Estado, que tiene tanto los recursos para reprimirnos y matarnos como también para poder dejarnos que nos desarrollemos libremente, en paz, y según nuestra cosmovisión.

Pero el Estado elige otro camino. "Y nos amedrenta porque busca generar miedo. Sin duda también es un mensaje para el juez".

El juez es Gustavo Villanueva. Es quien ordenó el desalojo del 23 de noviembre, en el que fueron golpeadas, esposadas y detenidas mujeres y niñas. También Gustavo Villanueva ordenó el operativo que, dos días después, terminó con el asesinato de Rafael Nahuel por la espalda. ¿Quién investiga ese asesinato? Sí, Gustavo Villanueva. ¿Y quién es el juez que este lunes decidirá si extradita al lonko Facundo Jones Huala? El mismo Gustavo Villanueva.

Esperemos que Parques Nacionales recapacite. Nosotros seguiremos desarrollándonos en el buen vivir, en nuestra cosmovisión, nuestro kimún (fuerza), nuestro raquizuán (pensamiento)

Ante tanta impunidad e injusticia, no sería sorpresa un nuevo operativo represivo. Esas niñas y niños que ahora están sacando fotos al gallinero, a los caballos, a los árboles, en pocas horas más, quizá, vuelvan a ver cómo ingresan a su casa decenas de oficiales armados hasta los dientes. Ya pasó varias veces. Nada hace indicar que eso no vuelva a ocurrir.

“Acá hay familias completas, y por supuesto los niños, porque desde un principio la idea es buscar un presente y un futuro diferente al que nos brinda la ciudad. Un desarrollo en nuestra cosmovisión, en nuestra cultura, pudiendo disfrutar de la naturaleza, de aprender otras cosas. Por ejemplo poder ir a la escuela tranquilamente. Y para eso es fundamental estar en nuestra tierra. Para desarrollar la espiritualidad y también para desarrollarnos de manera integral como familia".

Además de niños, también hay ancianos en la lof, ¿no?

Sí, acá están nuestras autoridades ancestrales. Y nuestros espacios ceremoniales; y también está nuestra machi. Estamos trabajando en ese sentido. Y es lo que se pidió desde un principio al estado argentino. Esperemos que Parques Nacionales recapacite. Nosotros seguiremos desarrollándonos en el buen vivir, en nuestra cosmovisión, nuestro kimún (fuerza), nuestro raquizuán (pensamiento). Ahora estamos haciendo las rucas de cada una de las familias, trabajando. Tenemos caballos, gallinas, vacas. Nos estamos desarrollando en paz, tranquilos. Y lo que esperamos es que el Estado argentino venga con una solución en esa sintonía. Acá en la lof, y todo el pueblo mapuche en general, lo que está pidiendo es que el Estado respete nuestros derechos, nuestro derecho a vivir en paz.

Y que se haga Justicia por Rafa

Sí, seguiremos luchando hoy y mañana para que, no sólo el prefecto que disparó, sino también todos los responsables políticos vayan a la cárcel. Acá se han violado derechos de los niños, derechos humanos, convenios internacionales.

“Una gran operación para amedrentar. No solo al pueblo mapuche. Porque cuando el Estado aplica indiscriminadamente su violencia está mandando un mensaje a la sociedad: que nos quedemos quietos y no reclamemos por nuestros derechos.

El vocero no tiene problemas en ser fotografiado. No así el resto de los peñis y lamién (hermanas y hermanos), que cuando llega alguien que no es de la comunidad se tapan la cara. El motivo es fácil de entender para cualquiera: las caras visibles en marchas, cortes de ruta y recuperaciones, automáticamente se traducen en causas judiciales armadas por esa Justicia que, sistemáticamente, obedece las órdenes del Ministerio de Seguridad.

“Vemos que todo es una gran operación para amedrentar. No solo al pueblo mapuche. Esto es contra todas las personas. Porque cuando el Estado aplica indiscriminadamente su violencia, a los mapuche, a los no mapuche y en distintos lugares del país, sin dudas están mandando un mensaje para amedrentarnos como sociedad, para que nos quedemos quietos y no reclamemos por nuestros derechos. Y hoy es cuando más hay que salir a reclamar por nuestros derechos, porque hoy somos los mapuches que estamos sufriendo el avasallamiento, pero mañana puede ser cualquier otra persona. Esto ya se está viendo”.

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