La indigencia del fútbol (I)

por Revista Cítrica
08 de febrero de 2015

Fuimos recorriendo barrio a barrio, potrero a potrero de la Ciudad de Buenos Aires, para ver si encontrábamos alguna gambeta, algún quiebre de cintura por ahí perdido. Pero hubo poca suerte. Sin embargo nos encontramos con especialistas de la redonda y les preguntamos: ¿qué le pasa al fútbol nuestro de cada día? Esta es la primera parte.

Los planteos tácticos en la actualidad adolecen del terror a equivocarse, y ante los fantasmas de error, prima la excesiva prudencia. Entonces, sin osados ni osadías, no hay lugar para aventuras, ni aventureros. Muchos otros no tienen con qué ser valientes, y tratan de esconder sus debilidades tras una falsa sonrisa. Los que imparten justicia, son injustos. La exitoína, como dice Eduardo Galeano, ha devorado al juego, a lo lúdico. Los violentos siguen jugando y son vivados en sus violentas intervenciones. En cambio, los violentados salen lesionados, con marcas casi indelebles en sus cuerpos.

Se habla demasiado, mucho más de lo que se juega, se imagina más de lo que se concreta, se protesta en exceso, para desviar la atención sobre lo poco que se intenta. Se mendiga fútbol. Vestidos con harapos, una congregación de fanáticos deambulan cual zombies los estadios, y despiertan de ese sueño embrutecedor, se despabilan, cuando a algún jugador se le cae de la galera un intento de magia. Entonces, los ojos opacos amagan un destello fugaz, con lo que dan cuenta del hecho de estar vivos aún. Esperanzados.

Poco respeto existe entre compañeros de trabajo y eventuales rivales. Los límites de la cordura se superan cada vez con mayor asiduidad. La ilusión es comúnmente destronada -casi de inmediato- por juegos mezquinos, plagados de desidias técnicas. El fútbol argentino del fin de la primera década del nuevo milenio está maniatado, y el espectáculo -cada vez más deprimente- aparece sin recursos genuinos como para volver a liberarse.

“Estamos muy pobres de jugadores, se han ido del país planteles enteros. No sólo se exportó al futbolista que el medio no puede retener, sino que también se han ido jugadores de la segunda línea. El fútbol mundial en general está bajo de nivel”, afirmó Víctor Hugo Morales, uno de los consultados sobre el horizonte actual del fútbol rioplatense y mundial. “Estamos con una tercera línea de nivel de jugadores, con dos o tres glorias de las que ya están naturalmente bajando de la cresta de la ola.

Hay mucho jugador jovencito enormemente presionado por las circunstancias; otros que vienen de los campeonatos ordinarios de la B; demasiada pretensión, inconstancia de los planteles, dificultades para delinear líneas de juego... estamos mal. Relatar se me convierte muchas veces en una tortura. Este es el peor de todos los campeonatos, y lo digo porque en otros he encontrado rachas de partidos interesantes, pero en éste no”.

El periodista Ezequiel Fernández Moores también expresó su punto de vista: “Vemos partidos deslucidos, con poco fútbol y gran mezquindad a la hora del espectáculo. Es un proceso lento, pero de permanente caída. Nos estamos acostumbrando con poco. Llenamos los vacíos con Messi por la ESPN, Higuaín por Fox, Di María, Tévez, etc... Pero al resto, a lo de acá, lo disfrazamos de folklore. Ocurre que ganó el corto plazo, el hacer caja vendiendo al pibe apenas aparece y además se renunció a la batalla contra la violencia. Los torneos cortos le quitaron perspectiva a todo. Sólo sirve ganar como sea. Y me resulta personalmente un dejo de tristeza, de resignación y a la vez de indiferencia”. Pablo Llonto, abogado de Abuelas de Plaza de Mayo y fanático del fútbol, suele expresar todo su amor a la redonda en la revista Un caño. Compartió este concepto con Moores y sostuvo que “los jugadores tienen un chip muy fuerte en la cabeza con el tema de ganar a cualquier precio y eso se nota”.

Alejandro Fabbri, conductor televisivo y periodista especializado, acompañó los conceptos sobre la ausencia de los mejores a causa de la sangría al exterior –ítem compartido por casi todos los expertos- y que los actuales planteles vernáculos están plagados de  jugadores del ascenso y jóvenes inexpertos. Agregó que “los planteos tienen miedo a no perder. Tenemos torneos cortos saca-técnicos. Lo que vemos en general me produce tristeza y también resignación, porque no advierto chances de que las cosas cambien. Es cierto que nos conformamos con poco y que a veces despotricamos, pero no hay más que esto”.

(continuará)

©2024 Revista Cítrica. Callao 360, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa Ex Trabajadores del Diario Crítica. Número de propiedad intelectual:5313125 - [email protected] | Tel.: 45626241