La eternidad en la fugacidad de un flash

por Diego Pintos y Hernán Zyseskind
09 de diciembre de 2016

Andrés Violante es una leyenda de la fotografía del rock en Argentina. Perpetuó en imágenes a Kurt Cobain, Joey Ramone, Lemmy Kilmister, Angus Young, entre decenas de monstruos de la música, y contó anécdotas sobre todas esas imágenes.

El heavy, a nivel mundial, no tiene fronteras. Existe un sentimiento que desciende de alguna parte,  y se instala dentro de cada ser, como si fuera un idéntico tatuaje que llevan todos quienes eligen este estilo musical. No sólo es música. Marca un camino de respeto y amistad, algo que no es común en otros ambientes musicales. El heavy se conforma como una familia, en la que comparten vidas tanto los músicos, como el público y también, por qué no, los fotógrafos. Como Andrés Violante. Este fotógrafo/artista ayuda a mantener vivo, a través de sus retratos, momentos inolvidables para toda esa especie metalera que ha decidido no ser moda pasajera, y mucho menos, morir de vieja.

Cada una de esas imágenes cuenta una historia. Una leyenda diferente. "Sí, algunas de esas historias las recuerdo, otras no", dice Violante, literalmente venerado en el ambiente del rock pesado y del heavy en Argentina. Es un espécimen fiel de ese ecosistema del metal nacional. Un tipo afable, humilde, con gran predisposición para conversar, de una enorme amabilidad y excelente humor.

 


 

Son cerca de las 21, y la ciudad es un infierno, que no tiene nada de encantador. El tránsito se hace insoportable a la altura de 9 de Julio y Perón. Estacionamos a unas doce cuadras del Bar Montserrat, decidimos ir a pie. La circulación está colapsada. Bajamos por la calle Uruguay, y al llegar a Avenida de Mayo es ensordecedor el aullar de las ambulancias, escaramuzas, golpes, corridas. Confusión generalizada. En esta ciudad de la furia, la ciudad caótica, llegar al encuentro con Violante se convierte en un verdadero refugio.

Adentro, las imágenes eternizadas visten las paredes del café, en el microcentro porteño, sobre la calle San José. Andrés nos recibe como si fuésemos familia. El bar es un verdadero festín del rock pesado. Lleno de fanáticos, bebiendo cervezas y admirando las imágenes. Alguien se acerca y agradece: "Somos felices viniendo a estos encuentros, no sólo por el arte, sino por vernos, por encontrarnos con esta familia".  Después del abrazo, Andrés nos invita a recorrer la muestra, un verdadero caleidoscopio de la música nacional e internacional, con imágenes de las figuritas más difíciles a la hora de completar el álbum.

Foto de Kurt Cobain. "Lo que más me acuerdo es que esa noche Los Brujos la rompieron en ese show. Hacía mucho calor en la ciudad. El gran problema fue que en esa época la gente era mucho más áspera que ahora, entonces llenaron de escupidas a Calamity Jane (banda compuesta en su totalidad por mujeres, que surgiera a la fama en los años 90), que fue la banda soporte de Nirvana. Y cuando salieron ellos, salieron a desgano. Era una época bastante complicada a nivel personal en la vida de Cobain. Hay un dvd del show, y un disco en vivo, dando vueltas por ahí, que tienen como portada fotos mías. Alguien las manoteó y las puso ahí. Esa noche, al hit Smells like a teen spirit amagaron varias veces con tocarlo, pero no lo hicieron. Y recuerdo además que en esa época, primero permitían sacar fotos a los diarios porque tenían que ir a transmitir la foto, y después permitían a las revistas. Yo estaba acreditado para una revista. Pero los colegas de los diarios, no se bajaron de la tarima, y tuvimos que subir a los empujones. Fue una pelea, porque era una tarima de un metro por un metro con veinte personas ahí, haciendo lo que se podía, y con una banda que no tenía ganas de tocar, ni que les saquen fotos, ni nada realmente. Y bueno, salió lo que salió.

Y lo que salió fue un verdadero fotón, la imagen clara de Kurt Cobain, con un rostro que denotaba insatisfacción y estar pasando por un momento desagradable. "A mí me dicen que es un fotón, pero por ahí lo dicen porque él está muerto. A veces pasa eso, que el tipo se muere y la foto pasa a ser un fotón, cuando en verdad quizá es una cagada. En este caso, igual, yo la veo linda, me sigue gustando".

La foto de Luca Prodan. "Esa la saqué en 1985, fue una de las primeras fotos que hice. Yo hacía un fanzine en esa época, ¡y me acreditaron! Tuve mucha suerte. Era un fanzine fotocopiado y tenía quince años apenas. No había muchos medios, era todo muy nuevo".

La foto de Joey Ramone. "Es una imagen que me gusta mucho. Está tomada de arriba. Esa la saqué en Mar del Plata. ¡Yo no sé por qué, andaba con un alicate encima!, en el bolsillo.  Estaba en el show, vi una puerta, y con ese alicate corté unos alambres que tapaban un acceso que daba a un pasillo, que iba arriba del escenario. Corté esos alambres, pasé por el acceso, y me colgué por arriba del escenario. Tenía un amigo atrás que me sostenía del cinturón del pantalón para no caerme, e hice la foto. Cuando vi que venían los gringos a cagarme a trompadas, salimos por el otro lado y nos fuimos (risas). Fue muy caótica esa visita a Mar del Plata, me refiero a nuestra visita y no la de Ramones, porque fuimos re mamados al show: nos tomamos una botella de Jack Daniels con una docena de churros en La Rambla y fuimos a sacar las fotos (risas). Pero bueno, tenía veintipico de años en ese momento, ahora no lo puedo hacer (risas). Era rock and roll".

Las fotos de ANIMAL, Malón, Hermética y Sebastian Bach. "Esa foto corresponde a la primera sesión de fotos que hizo ANIMAL, con la formación inicial de Giménez, Corvalán y Aló. Al lado está la primera sesión de Malón, está la foto que le hice a Hermética en los mugrientos camarines de Cemento. La foto de Sebastian Bach (Skid Row), el tipo está mostrando cómo tiene el brazo magullado. Eso fue al día siguiente de querer mear en un cenicero en la radio Rock and Pop, ¡y lo cagó a trompadas el tipo de seguridad de él! Es que la noche anterior, Bach había ido totalmente borracho a la radio, y el tipo trató de mear en un cenicero adentro del estudio mismo. Y el de seguridad le pegó para llevárselo de ahí, porque Bach estaba desquiciado. La única manera de moverlo era a las trompadas, a un tipo que mide cerca de dos metros. Y al otro día me mostró los magullones".

La foto de Lemmy Kilmister, Motörhead. "La foto de Lemmy es del año 1994. Es una foto muy linda, sonriente. Fue un trabajo para la Revista Madhouse. Era un tipo muy simpático, cero mala onda. No tuve que pedirle que sonría. Se la pasaba haciendo chistes. Recuerdo que esa tarde vino Würzel, el que era el guitarrista en ese momento (fallecido en 2011), me convida una cerveza y se me pone a hablar. Y yo no hablo nada de inglés (risas). Pero se me puso a conversar, y cuando llegó el momento de contestarle, lo miro, tomo el último trago, y le digo: I don't speak english (no hablo inglés). Y se entra a cagar de risa, fue y le dijo al otro: ¡Hey you, fucking bastard! Volvieron, me convidaron más cerveza, y yo les seguía diciendo " I don't speak english", y cada vez más mamados todos. Vos pensá que si ahora, un fotógrafo se emborracha en una nota, no trabaja nunca más. Pero eran otras épocas...".

La foto de Angus Young, de ACDC.  "A Angus, vos lo ves en la calle y es un viejito. Te lo juro, un viejito. Te dan ganas de ayudarlo a cruzar la calle. Pero en el escenario es un gigante. Sin embargo, lo ves, y camina todo doblado, enroscado para abajo. Y en escena, es genial. Y así se comporta en el quehacer diario, totalmente. Tampoco es que fui a comer asados con ACDC (risas), pero son así, Angus es así".

La foto del Indio Solari, Los Redondos. "Esa fue en el año 1994, en Huracán. Esa noche entre la gente se había podrido todo. El Indio estaba como agazapado entre los monitores. Y parecía que se iba a suspender el show. Esa foto fue tapa de libros, de revistas, hasta llaveros de goma hay en los kioskos con esa foto. Y de eso obviamente no vi ni un mango, olvidate. Nada. Se habían agarrado a piñas entre la gente, con los de seguridad. Los habían mandado al hospital. Y él estaba ahí, mirando. Creo que tenía ganas de mandar a todos a la c... de su madre. Pero también pienso que si ese show se suspendía, la cosa se iba a poner peor". 

 


 

-Siempre fuiste fotógrafo de música, toda tu vida. ¿Hiciste algo a nivel musical, tocar algún instrumento?

- (risas) A mí me dicen "do-re-mi" y pienso que tengo que llamar dos coches (doremi/dos remís), para ir a algún lado, y pregunto ¿para dónde vas?

- ¿Te hubiese gustado?

-No... No podría. Yo toco el timbre en el primer piso y salen del segundo para ver quién es. No, olvidate, no puedo tocar nada.

- ¿Y esta elección de ponerte e sacar fotos en el ambiente, cómo ocurrió?

- Se fue dando naturalmente. ¡Era esto, o laburar! (risas) Estaba en el límite: sacar fotos o trabajar. Yo hacía un fanzine cuando era pibe, después a los 20 años entré a la Madhouse, y seguí, y no paré. Al mismo tiempo hice millones de otras cosas, pero esta veta siempre siguió. Y lo que siempre hice fue resguardar el archivo. Eso que le pasó a muchos fotógrafos de no poder resguardar el archivo porque laburaban para un medio grande, y que quizá podían quedarse con un fotograma. Pero eso a mí no me pasó, tengo todos los negativos. Y esa es una ventaja.     

- ¿Y eso lo ibas pensando en el momento mismo?

- No. Yo lo único que pensaba era: esto es mío y me lo quedo yo. Y no lo dejaba para el "después lo usamos para tal o cual cosa". Lo iba guardando.

-Fotografiaste a una enorme cantidad de bandas históricas, a nivel nacional y mundial. ¿Te quedó alguna que no hayas podido hacerlo y lo lamentás?

-Sí, eso me pasó con V8. En la época en que tuve cierta posibilidad de fotografiarlos, se separaron. Después sí, le hice fotos a Hermética, pero me quedé con las ganas de hacerle a V8.

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