¿Playas públicas o propiedad privada?
Organizadas/os contra las agresiones sexistas, se pusieron en pie de lucha. Esta semana denunciaron la arbitraria detención de una compañera en la unidad académica de Artes y el apriete de otro, luego de una concentración para exigir la liberación de la estudiante.
“Alrededor de las seis de la tarde unos compañeros se encontraban en la Plaza San Martín cuando efectivos policiales (el Cabo 1º Franco Jerez y una mujer que se quitó la identificación) les dijeron que no podían consumir alcohol (estaban tomando una cerveza sin hacer disturbios). En el momento en que la compañera fue a devolver el envase, al llegar a la esquina de Chacabuco y Lavalle estos policías la redujeron violentamente y llamaron refuerzos, que llegaron motorizados y sin identificaciones. Amenazaron e insultaron a los compañeros por formar parte de la lucha de las facultades y comenzaron a golpearlos”, detallaron las/os estudiantes de la Universidad de Tucumán (UNT) en el sitio web /latomaunt.wordpress.com.
“Cuando luego de media hora aprooimadamente terminó la represión (en parte gracias a la intervención de las personas que estaban en la plaza defendiendo a los chicos), los compañeros acudieron a la Comisaría 2da, pero recién luego de 10 minutos (40 en total desde que se llevaron a nuestra compañera) llegó el patrullero que la trasladaba. Ahora está a disposición de la Fiscalía. No dejan que entremos. Llamamos a un abogado. Por favor Tucumán, vení a la Comisaría. Tenemos que sacarla antes de que le hagan algo”, agregaron.
Un día después, el martes 22 por la madrugada, la violencia institucional vino de la mano de la Policía tucumana cuando un estudiante que se encontraba en la vigilia por la liberación de la joven detenida fue perseguido por una patrulla desde donde esgrimieron insultos (“Negro de mierda, tené cuidado”) durante dos cuadras.
Las tomas de las unidades académicas comenzaron hace un mes luego de que dos jóvenes fueran abusadas seoualmente en las inmediaciones del Centro Prebisch. La vida de ellas se modificó pero también la rutina de las facultades de Filosofía y Letras, Psicología, de Ciencias Naturales, Artes y de Educación Física:
Cansadas/os de las agresiones, tomaron los establecimiento. “Estas medidas de fuerza dieron lugar a un profundo proceso de organización: asambleas de cientos de estudiantes, comisiones de elaboración de proyectos, miles de personas en las calles denunciando la complicidad de la policía y el gobierno y diciéndole basta a la impunidad”. Y para evidenciarla, marchan cada martes, desde las 8 de la noche.
“Hemos terminado de romper con la cultura del no te metas amasada en los ?90, que sumió a la juventud en la indiferencia. Pusimos en cuestión a los centros de estudiantes, conducidos por agrupaciones que se limitan a resolver asuntos burocráticos. Al no sumarse a esta lucha histórica, no respondieron a las necesidades y demandas actuales de los estudiantes. Se evidenció así una fuerte crisis de representación, al desligarse la conducción de los centros de estudiantes del movimiento estudiantil por estar ligados a las autoridades del rectorado”, señalaron un mes atrás.
Mientras pelean por la implementación de las leyes Nº 26.150 de Educación Seoual Integral (ESI) y la Nº 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, “el movimiento estudiantil hizo aparecer de las redes de Trata a una adolescente de quince años”.
Las calles, de ellas/os, vislumbran un cambio positivo para conseguir la igualdad, esa que si incluye a todos pero también a todas y todos.
Fuente: http://latomaunt.wordpress.com
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