Con la camiseta puesta

por Revista Cítrica
11 de agosto de 2016

La cooperativa La Maqueta cumplió este mes 10 años en la fabricación de productos gráficos y textiles. De la militancia a la serigrafía, dejan su marca de trabajo sin patrón.

Comenzaron el camino cooperativo de la forma menos convencional. No recuperaron una fábrica en quiebra ni se juntaron para vivir de lo que sabían hacer. Todo lo contrario: fueron de la militancia al trabajo. Fue hace 10 años cuando un grupo de profesionales de diferentes disciplinas  -cansados de injustas condiciones del mercado laboral- decidió formar la cooperativa La Maqueta. Se autogestionan por elección. “Primero nos juntamos, después pensamos qué producir y nos mandamos con todo”, cuenta Lorena Vergniaud, una de las socias fundadoras de la empresa asociativa ubicada en la Ciudad de La Plata.

Cada uno de ellos – por su lado- padecía de la precarización laboral que conlleva la relación de dependencia, como tantos estudiantes y profesionales sin experiencia que salen a la calle sin más expectativas que la de ser explotados y chocar contra la misma piedra. “La cooperativa al principio fue pensada como espacio para financiar nuestra organización política, después quisimos tener un trabajo formal sin patrón. Y al final terminó siendo nuestra forma de vida y nuestra familia”, rememora Lorena.

A 10 años de la inauguración de su primer taller, el colectivo- integrado por diseñadores gráficos, comunicadores, periodistas, técnicos, productores y artistas plásticos- aprendió a hacer de todo. La Maqueta empezó con la producción de pines, llaveros, lapiceras, bolsas ecológicas, gorras y remeras, cartelería en lona, vinilo, microperforados y papel fotográfico. Actualmente, diseña, confecciona y comercializa indumentaria con una marca propia y lanzaron la marca de ropa deportiva Coopa. Para que el negocio funcione, el trabajo en red resulta fundamental. Mientras otras cooperativas diseñan y confeccionan las prendas, La Maqueta también estampa logos.

“Al principio costó. Como todo. Con unos pesos que teníamos compramos la primera máquina y plantamos un taller chiquito en el fondo de una casa prestada. Después organizamos un festival y con la plata que sacamos pudimos ampliar el taller. Así fueron cada uno de nuestros pasos, lentos pero firmes. Hace 10 años atrás no sabíamos bien qué hacer, hoy no me imagino mi vida sin la cooperativa”, admite Lorena, quien además es la secretaria de La Maqueta. El sueño del proyecto propio, autogestionado y colectivo fue posible para ellos.

Aunque, como la mayoría de las empresas pequeñas, las medidas económicas del actual gobierno nacional son algo contra lo que deben batallar todos los días en vez poder dedicarse por completo a lo que hacen y muy bien: trabajar. Sacan al mercado productos de mejor calidad y a menor precio que las grandes marcas multinacionales. Lamentablemente, “el incremento en el primer trimestre del año de las importaciones textiles, sumado a la baja del consumo y la inflación, potenció la caída de la producción nacional del sector”, aseguran desde la Red Textil Cooperativa.

©2024 Revista Cítrica. Callao 360, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa Ex Trabajadores del Diario Crítica. Número de propiedad intelectual:5313125 - [email protected] | Tel.: 45626241