“El tango es la vida”

por Revista Cítrica
23 de abril de 2014

Ariel Ardit lanza un disco homenaje a Troilo y repasa la actualidad del género y la confluencia de músicos de distintas corrientes en las filas del 2x4.

Luego de años de recorrer infinidad de escenarios locales y extranjeros, ya sea como vocalista de El Arranqueo como artista solista, Ariel Ardit se posiciona hoy como uno de los cantores jóvenes más destacados dentro de la escena del tango, no solo por su imponente caudal vocal e interpretativo, sino también por contar con una gran Orquesta Típica de diez músicos que lo acompaña en vivo bajo la dirección de Andrés Linetzky.

Tras presentar el año pasado con gran éxito su última producción Yo lo canto hoy, en un Teatro Coliseo lleno, el 2014 encuentra a Ardit terminando de delinear un disco homenaje a Aníbal Troilo por el centenario de su nacimiento.

Si bien la placa se editará en el mes de septiembre, Ariel ya está presentando el espectáculo en vivo con una serie de fechas en el Torcuato Tasso y tiene proyectado realizar la presentación oficial del material con un gran espectáculo gratuito y al aire libre.

Cuenta que entendió que era el momento de grabar este disco porque “precisamente en Troilo, un personaje fundamental de la música y sobre todo del tango, la esencia o el rasgo distintivo más fuerte es la Orquesta Típica, entonces no tuve que ir a armar nada, era algo con lo que ya contaba, por lo que era muy raro ser indiferente a los festejos que se van a hacer a lo largo de todo el mundo”.

La idea inicial fue de Linetzky, quien le planteó a Ardit que estaba todo dado para hacer el homenaje, no solo por contar con la Orquesta, sino también por el hecho de que Ariel interpreta un repertorio clásico de los 40 y  está definido como cantor de Orquesta.

“Estamos muy contentos de que nos toque el hecho histórico de poder homenajear a Troilo en su centenario. En el primer disco que sacamos en el 2010 , en unas pequeñas palabras que compartí, escribí que si bien Gardel es el referente máximo por el cual yo canto tango, la orquesta de Aníbal Troilo para mí fue muy motivadora porque escuchaba las grabaciones y me imaginaba entrando a cantar: escuchaba la introducción e imaginaba que en vez de entrar Marino, Floreal Ruiz o Fiorentino entraba yo, o sea, siempre fue un modelo estético que me represento mucho” dice, y remarca que “si tuviera que elegir una Orquesta en donde haber cantado, en ese viaje que uno hace por el tiempo, sin dudas sería la de Aníbal Troilo, entonces, que el centenario de su nacimiento me encuentre con una Orquesta Típica , a diferencia de otros momentos de mi carrera en los que tuve guitarras o un cuarteto, es un hecho que no me permite ser indiferente a ese acontecimiento”.

En cuanto al presente del género, Ardit señala que si lo mide solo por la actualidad, diría que el tango está en un buen momento, “pero si lo mido desde la actualidad específica de la música, lo veo en un gran momento, mejor que hace veinte años. Hay poetas, compositores, bandoneonistas jóvenes, músicos de tango que tienen veintipico de años y son ya veteranos, porque tocan el bandoneón desde los quince; eso hace veinte años no sucedía. Siempre cuento esta anécdota: cuando empecé a cantar tango tomaba taxis y un taxista me decía “el tango está muerto” y otro me decía “el tango está de moda”. Alberto Podestá, que es un referente y amigo personal, que va a cumplir ahora noventa años., escuchó en los años 50 que el tango se moría. El tango tiene una raíz que está metida en nuestra esencia, entonces no hay manera de que muera sino que tiene momentos de mayor acercamiento”.

Agrega que en la década del 90 hubo mucha gente joven que estaba en otra música y que encontró en el tango una referencia cultural: “yo venía del canto lírico, otros venían del rock, del heavy metal, del folclore; confluimos en el tango y hoy en día podemos decir que somos artistas que desde hace quince años defendemos esta música como bandera nacional, hay una identificación, entonces, lo siento mejor que nunca”.

En cuanto a esa confluencia de músicos de distintos géneros que eligen dedicarse al tango o en algún momento de sus carreras experimentan con el género, Ariel sostiene que “en lo personal,  puedo decir que luego de haber escuchado mucha música, cuando llegué al tango, una vez que escuché a Gardel, comprendí que no hay una música que sea más representativa y que defina en una metáfora todo lo que a vos te sucede en la vida”. Para él “hay música que representa distintos estados de ánimo: música que es para bailar, música que es para escuchar cuando estás en un bar tomando algo, música que tenés que ir a ver, si no no la entendés. En el tango confluye todo eso, el tango es la vida, es el sinónimo de una vida entera que podes cantar en un minuto y medio o dos”.

Además, afirma, “tiene una combinación  mortífera que es rítmica, melodía y poesía a un nivel excepcional. L a música más comercial hoy en día tiene que ver con la rítmica y con repetir una frase de dos o tres palabras quinientas veces en un tema que dura ocho minutos, no tenés ninguna profundidad; el tango es serio, no es ni triste ni viejo sino una música seria y básicamente profunda. Si lo tengo que definir, es la música que más me gusta y para los argentinos no hay una música que represente mejor nuestro sentir que el tango”.

Por: Débora Ruiz

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